La gloria de Dios es el hombre que vive
CL - La ThuileApuntes del saludo final de don Giussani a la Asamblea internacional de los responsables de CL.
La Thuile, 23 de agosto
«Gloria Dei vivens homo». Ya no conocemos nada más que el sol que ilumina nuestra pobreza, que de otra manera se desvanecería inmediatamente en la nada: Gloria Dei, la gloria del Ser.
¡ Cómo agradecemos a nuestro gran amigo, Julián Carrón, que haya sintetizado en sus breves palabras todo un proceso del corazón y de la mente! ¡Cómo debemos agradecerle que haya llevado esta miseria humana al corazón de la definición de lo que es el hombre! Y el hombre no como una teoría abstracta, sino como una miseria muy concreta, parte efímera infinitesimal de las cosas.
« Gloria Dei vivens homo». La gloria de Dios, del Ser, del Ser que ha entrado en la historia, que está en nuestra vida, Jesús: la gloria de Jesús, la gloria humana de Cristo, homo vivens, es sólo el hombre que vive.
« Gloria Dei vivens homo». Homo: homo con toda su pequeñez, su nada frente al Ser que lo hace ser. ¡Que lo hace ser!
Dios mío, ¡gracias Jesús! Gracias a cada uno de vosotros que ha sido para mí un hermano, parte de cada paso de mi camino a lo largo de todos estos años, parte de una riqueza tan grande como no reconocida. ¡No reconocida!
Te pedimos, Virgen María, todos juntos, que tu presencia ante la mirada del Ser se torne conversión, pues la vida es conversión, conversión de la nada al Ser.
«Gloria Dei vivens homo»: en cada día de nuestra vida, en cada instante del día. ¡Hasta pronto, hermanos!