Apuntes de la intervención final de Luigi Giussani en el Consejo Nacional de CL

Milán
Luigi Giussani

Apuntes de la intervención final de Luigi Giussani en el Consejo Nacional de Comunión y Liberación. Milán, 28 de junio de 2003

Gracias por vuestra disponibilidad a escuchar las palabras con las que trato de retener la emoción de un recuerdo, pues la memoria es la emoción de un recuerdo, el recuerdo de Cristo, como aseveran también la Liturgia y las jaculatorias. La vida del hombre es memoria del Señor.
He dudado mucho si comunicar a todos este reclamo. Pero, pude ver a mons. Scola y le pregunté: «Quisiera saber tu opinión sobre la posibilidad de compartir lo que digo en este texto y de transmitirlo a todos».
Mons. Scola me ha contestado con esta nota: «Querido don Gius: He leído atentamente este texto tres veces. Lo encuentro de una belleza vertiginosa. Es un texto que pone inmediatamente entre la espada y la pared. Es apasionante y requiere un trabajo de identificación o ascesis, que no podrá menos que suponer un camino largo y diurno. Por ello, me permito, discretamente, sugerirte de nuevo lo que te decía ayer: hay que acompañar a los Memores Domini, a los miembros de la Asamblea Internacional de responsables y, paso a paso, a todo el movimiento, en este empeño ascético ingente». Pidamos ayuda. ¡Ojalá el sentimiento de súplica nos impregne y nos determine!
Pidamos la ayuda. Pidámosla a ese punto de la realidad en el que el misterio cristiano comenzó: pidámoslo a la Virgen, porque - como dice don Angelo en las líneas que acabo de leer - se trata realmente de una gran revolución, ¡inmensa!, y si embargo, como todas las revoluciones verdaderas e inmensas, sencilla. Desde un cierto punto de vista ¡tan sencilla!
Ayudémonos de corazón, con ese corazón que hoy habéis demostrado tener. Procuremos recordarnos mutuamente, todos los días, en el misterio eucarístico, signo inconmensurable de lo que ha sucedido y acontece. A fin de que sea verdad para todos lo que dijimos en el mensaje de Lo reto: «Cuando nos juntamos ¿por qué lo hacemos? Para arrancar a nuestros amigos y, a ser posible, a todo el mundo, de la nada en la que vive el hombre. Nuestra relación es “vocacional"». Me he atrevido a sumar también mi voz a la vuestra; a la fuerza tendrá que introducirse en los días y los momentos que el Señor nos ofrecerá y en los que nos ayudará a vivir lo que nos ha concedido.
Recordémonos mutuamente, juntos, esa realidad que es más grande que el mundo. El Señor Jesús arrollará todas nuestras limitaciones, todas nuestras fatigas, incluso dentro de todos nuestros errores. Os ruego que leáis el mensaje de Lo reto, porque la segunda parte - creo - es demasiado bonita para que se pueda olvidar, demasiado hermosa para dejar de mirarla. Amigo mío, seas quien seas, no hay ni un instante de tus jornadas en que, si pienso: «¿Qué estará haciendo ahora? ¿Y esa otra persona? ¿Qué estará pensando?», no hay instante en que Cristo no entre en mi corazón para decidir de él y así se apresure el paso con el que tratamos de arrancar el corazón de todos los hombres, y en primer lugar el de nuestros amigos, de esa división que el pecado original infiere.
Doy las gracias sinceramente a don Pino y a Cesana, porque la dirección que están marcando es la que rezaba a Dios que se diera. Pues es algo grande, realmente grande, aquello por lo que merece la pena vivir, por lo que vale la pena que exista la vida. Este año espero que la Virgen nos haga capaces de expresarlo, de modo que el corazón se ensanche, en cualquier situación nos toque vivir. Gracias por la bondad que tenéis. Gracias.